El objetivo principal de cualquier diseño es solucionar uno o varios problemas planteados por lo general por una necesidad nuestra o la de un cliente: Transmitir un mensaje, dar forma y funcionalidad a un producto, atraer nuevos clientes…
Siempre que creamos algo nuevo aparecen dudas o problemas, por ejemplo, imaginemos que queremos crear una botella ¿Qué forma es la más óptima para que sea manejable por un ser humano? ¿Cuál es la mejor forma para almacenarlas? ¿Y para transportarlas? ¿Que debería hacer para que no se me resbale de las manos? ¿Que material es mejor para contener líquidos? ¿Cómo conseguir un equilibrio de calidad – precio?
El diseño gráfico es como la vida misma, te emociona, te nutre, te hace feliz, te hace llorar, te preocupa, te relaja, te enseña, te permite comunicarte, te hace saltar y estar sentado durante horas, te hace pensar, te hace crear, te hace soñar, te apasiona, puede crear discordias, puede salvar vidas, lo usamos, lo llevamos, lo tenemos, vivimos el diseño, sentimos el diseño y somos diseño.
Y, ¿Qué sería la vida sin el diseño gráfico?, simplemente no sería, faltara sentido, una vida ausente, sin nada que ver, sin nada que criticar, nada que analizar, una vida sin desvelos, sin café, sin causar conmoción, una vida sin vida. Ser diseñador gráfico es como ese sueño porque luchas y aunque lo logras siempre sientes la necesidad de saber más para poder serlo, de tener más, de crear más, es una lucha incesante. Nuestra vida deja ser autómata, comenzamos a analizarlo todo, comprendemos lo bueno y lo malo, aunque no seamos tan buenos. Es apasionante, es dejar de estar cuerdo, dejar las normalidades de lado, comenzar a vivir en un juego constante con la más cruda realidad, ser crudos y sutiles y convertir lo más insignificante en algo impactante.
Puedo decir con mucha emoción que al estudiar esta carrera pude realizar mi servicio social y prácticas profesionales en la institución del Museo Nacional del Palacio de Bellas Artes, donde fui encargada de realizar, carteles, estafetas, pórticos, banners, banderolas, planchas, pantallas de taquilla, pantallas de iPad dentro de sala, cover de Facebook, photowall, invitación digital e impresa, etc.
Las exposiciones en las que participe fueron: HISPANIC SOCIETY OF AMERICA, CHUCHO REYES, OPERA Y MUSICA, KANDINSKY Y RICARDO MARTÍNEZ, obteniendo un conocimiento basto en la museografía y en el diseño editoria.
Si no hay pasión no hay diseño, hay un programa y un humano intentando controlarlo. Ser grande va más allá del conocimiento, hay que amar lo que hacemos, amar el diseño como a nuestra propia vida y quizás hasta más que eso. El diseño gráfico tiene un poder tan grande que ni nosotros como diseñadores podemos calcular, somos inocentes ante el potencial de esta herramienta, podemos cambiar el mundo o destrozarlo en el peor de los casos. Es un arma, que mueve masas, que toca el alma y cambia pensamientos.
